14 nov 2011

PARAGUAY, país de maravillas.

Paraguay, la "isla rodeada de tierra" es, junto a Bolivia, el único país del continente sin salida al mar. Está encajonada en la zona centro de Suramérica rodeado por Bolivia al noroeste, Brasil al este y noreste y Argentina al sur. El río Paraná, única conexión del país con el mar, sirve de frontera natural con estos dos últimos. El río Paraguay divide al país en dos zonas: El Chaco o Paraguay Occidental, una extensa llanura que vive de la ganadería, aunque aquí tan sólo habita un 4% del total de la población. Se caracteriza por tener unas temperaturas más elevadas, por sus erráticas lluvias y por los altos grados de evaporación, que hacen que cultivar sea una actividad muy precaria y dependiente de las lluvias.

Mapa de departamentos del Paraguay

El Paraguay oriental, poblado por densos y húmedos bosques subtropicales, a diferencia de la meseta alta, que presenta terrenos menos poblados. Los inmigrantes menonitas han conseguido cultivar con éxito algodón y otras cosechas de productos comerciales.Bandera de Paraguay         Escudo de Paraguay

Antes de la llegada de los europeos los guaranís poblaban la mayor parte de Paraguay. Eran básicamente campesinos, si bien había varios grupos de cazadores y recolectores que habitaban el Chaco y los enclaves boscosos situados cerca de la frontera con Brasil.
En 1524 llegaron los españoles, que insólitamente fueron absorbidos por los indios, pues les fueron ofrecidas mujeres de sus tribus. De este modo, los españoles adoptaron las costumbres, alimentación y lenguaje, generándose una sociedad híbrida en la que ambas comunidades crearon una cultura común que conservaba las tradiciones de cada una bajo dominio español.
Los misioneros jesuitas fundaron una serie de asentamientos desde los que enseñaban nuevas técnicas de cultivo y oficios artesanos. Al mismo tiempo, contribuyeron a impedir la invasión de Portugal hasta que, en 1767, fueron expulsados del país.

En 1811 Paraguay consiguió su independencia y José Gaspar Rodríguez de Francia ocupó entonces el poder hasta 1840. 'El Supremo', como era conocido, preconizó el aislamiento total del país. Entre otras medidas dirigidas a incrementar su propia autoridad, llevó a cabo una redistribución de las tierras, expropiando para ello las propiedades de los grandes terratenientes y de la Iglesia.

Carlos Antonio López puso fin al aislamiento del país y trajo el ansiado progreso: construyó ferrocarriles, introdujo el telégrafo, organizó el ejército permanente, creó una fundición de hierro y unos astilleros. Su hijo, Francisco Solano López llevó al país a la guerra de 1864 a 1870 contra la Triple Alianza formada por Argentina, Uruguay y Brasil. Paraguay perdió en esa guerra unos 150.000 kilómetros cuadrados, además de dos tercios de la población masculina. Tras esta desastrosa guerra, las enfermedades y el hambre se extendieron por todo el país.
Años más tarde se reanimó el sector agrícola gracias a la llegada de europeos y argentinos. No obstante, nuevos enfrentamientos debilitarían al país. En 1932 Paraguay entró en guerra con Bolivia por la región del Chaco. Bolivia se jugaba una salida al mar e intereses petrolíferos. Perdió la guerra y las 3/4 partes del territorio del Chaco.

En 1954 se produjo el golpe de Estado de Stroessner, que sumió al país en la dictadura más larga de todo el continente, prolongándose durante 35 años hasta 1989, fecha de su derrocamiento, cuando los paraguayos pudieron recuperar las libertades políticas. En 2008, ganó las elecciones la izquierda con un ex-obispo católico Fernando Lugo derrotando al partido colorado con 61 años en el poder.

Paraguay es uno de los escasos países de América Latina en el que la cultura indígena ha permanecido prácticamente intacta y es compartida por la mayoría de la población, en combinación con las costumbres traídas por los españoles.  Esto ha dado lugar a un rico y variado sustrato común patente tanto en el arte como en la música, la gastronomía y la lengua.

Augusto Roa Bastos, Premio Cervantes en 1989 y uno de los autores hispanoamericanos más destacados, consiguió ser conocido a nivel internacional como escritor.

Una de las mejores maneras de acercarse a la cultura de Paraguay es hablar con sus gentes, que por lo general son alegres y muy comunicativas. Les encanta charlar con los viajeros, a los que no dudan en invitarles a “mate” (tereré helado).

Los bailes más típicos para las fiestas son la polca y la guaranía, parecida a los boleros, pero se utiliza un instrumento característico, el arpa. Su suave sonido se entremezcla con el de la guitarra española.

La cocina paraguaya se basa en maíz, mandioca y carne de vacuno. Estos tres ingredientes aparecen en la mayoría de los platos, acompañados siempre por locros o tortas de maíz.

La artesanía está bien trabajada. En la ciudad de Itaguá, cerca de Asunción, las mujeres tejen el famoso encaje “ñandutí”, que puede encontrarse en todo tipo de prendas, desde pequeños paños hasta mantas para la cama. También son típicos de Paraguay los bordados, los ponchos y la cerámica.
Singularmente buenos y hermosos son los instrumentos de madera como las guitarras y las arpas, que hacen los artesanos de la ciudad de Luque.

Con 6 millones de habitantes, una extensión de 400.000 km2 y lenguas oficiales, el castellano y el guaraní. La religión mayoritaria es el catolicismo y la forma de gobierno, democracia representativa. 

  Visitamos las ciudades de Asunción, Ciudad del Este, Encarnación, Luque, San Ignacio, Puerto Bertoni, etc.

+ INFO:    http://www.senatur.gov.py/tur_histo_cult.php?language=1#

 

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